Bizcocho tierno de Chocolate negro



Me he tomado un pequeño respiro después del "trajín" que llevamos con las comuniones.

Mi familia echaba en falta alguna "recetilla" rica y dulce así que nada como mi  BIZCOCHO TIERNO DE CHOCOLATE , es la receta de casa de toda la vida. Aunque utilizamos  chocolate con bastante proporción de cacao, no resulta nada fuerte de sabor, si no, que se lo pregunten a Nico, el pequeño de Ana, lo preparó en formato "magdalena" para llevar al  colegio y creo que ¡¡no quedaron ni las migas!!.

Ingredientes:

• 1 tableta de chocolate negro fondant o postres Nestlé (150 gr.)
• 70 gr. de mantequilla
• 6 huevos
• 150 gr. de azúcar
• 100 gr. de harina de repostería
• 2 cucharaditas de levadura química
• 1 cucharadita de vainillina

Elaboración en TH.

• Precalentar el horno a 180º
• Enmantecar el molde que vayamos a utilizar, espolvorear de harina, sacudir el exceso y reservar.
• Fundir el chocolate y la mantequilla. Troceamos el chocolate y lo ponemos en el microondas a máxima potencia (900W tiene el mío) durante un minuto. Agregamos al recipiente la mantequilla y volvemos a programar otro minuto. Removemos y vamos viendo la consistencia. Seguir el proceso de 30 en 30 segundos hasta que consigamos que quede fundido. Dejar templar un poco antes de añadirlo a la receta.
• Batir los huevos con el azúcar 2 minutos, 40º velocidad 4.
• Cuando acabe el tiempo, seguir batiendo 2 minutos más sin calor.
• Agregar el chocolate con la mantequilla fundida, la vainillina y la sal, batir unos segundos y añadir la harina mezclada con la levadura, batir 5 segundos en velocidad 3.
• Volcar en el molde y hornear entre 35 y 45 minutos (depende del horno) con calor turbo o arriba y abajo.
• Desmoldar y enfriar sobre una rejilla.

Si no utilizamos TH, hacer primero un batido con los huevos y el azúcar hasta que doblen el volumen. Después proceder a integrar el resto de los ingredientes mientras batimos manualmente o con cualquier otro robot de cocina.

Esta receta puede utilizarse para hacer MAGDALENAS o MUFFINS.

Es muy práctico dividirlo en porciones y congelar, si es que no se come el mismo día. Ideal para que los niños lo lleven al "cole" o, para que en casa, no le salgan "alas".

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